EN BUSCA DE LA ÚNICA Y VERDADERA IGLESIA DE JESUCRISTO

SEGUNDA PARTE

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Primera parte aquí

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«Esa gloria que me diste, se la di a ellos para que sean uno como Tú y Yo somos uno. Así seré yo en ellos y tú en mí, y alcanzarán la unión perfecta.

Entonces el mundo reconocerá que tú me has enviado, y que a ellos les has dado el 
mismo amor que a mí me distes».

 --Luego -añade Francisco-, es un requisito para la Iglesia de Jesucristo mantener la unidad en esencia en sus dos dimensiones: material (un solo y único cuerpo) y formal (un solo evangelio, una sola y única verdad, una sola y misma fe), y así el mundo podrá creer en Él.

--Entonces, hay que concluir que si Cristo aún no ha sido conocido ni creído en todo el mundo (pues existen cuatro quintas partes que no creen en él ni lo conocen), es porque la Iglesia que él fundó y cómo la quiere, hoy en día no existe -afirma Luis.

--Según el razonamiento y la doctrina protestante, ese sería el caso. Pero como creyente en que Cristo es veraz, y como Dios es un Dios de orden que quiere que todos conozcamos la verdad y en ella nos salvemos, esa Iglesia sí existe hoy en día.

--En que te basas para sostener esa afirmación.

--En otros muchos textos que encontramos en la Biblia.

»Ya dije, y vuelvo a repetir que para llegar a la verdad de una enseñanza bíblica hay que buscar y estudiar todos los textos relacionados como un todo. No aisladamente.

»Si tomamos el texto de Juan que hemos leído aisladamente, esa sería la impresión y la conclusión lógica a la que se pudiera llegar. Mas, sin embargo, existen gran cantidad de textos que confirman que la unidad, tal y como Cristo la quiso y la pidió al Padre, se dio y se está dando actualmente. Veamos.

»En 1Corintios 12, 12-13 leemos: «Del mismo modo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros, aun siendo muchos, forman un solo cuerpo, así también Cristo. Todos nosotros, ya seamos judíos o griegos, esclavos o libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un único cuerpo. Y a todos se nos ha dado a beber del único Espíritu.»

»Vemos como San Pablo utilizando la analogía del cuerpo nos quiere llevar a entender una gran verdad, que así como el cuerpo humano se compone de muchos miembros, sin embargo éste forma un único cuerpo. Del mismo modo Cristo, que a pesar de que su Iglesia está constituida por muchos creyentes, todos juntos forman un solo y único Cuerpo.

»Y para aclarar la idea y dar más luz al concepto bíblico de unidad, escuchen los siguientes textos:

»"En realidad, ya han probado lo bueno que es el Señor. Acérquense a él; ahí tienen la piedra viva rechazada por los hombres, y sin embargo escogida por Dios, que conoce su valor. Y también son ustedes piedras vivas con las que se construye el Templo espiritual. Ustedes pasan a ser una comunidad de sacerdotes que, por Cristo Jesús, ofrecen sacrificios espirituales y agradables a Dios" (1Pedro 2, 3-5).

»El que los miembros vivos (aquí identificados como piedras vivas) formen el Templo y la comunidad sacerdotal de Dios, en singular, es indicio de que la Iglesia es una y única. Ello no da margen a divisiones. Sigamos.

»"Vino como evangelizador de la paz, paz para ustedes que estaban lejos, paz para los judíos que estaban cerca. Por él, en efecto, llegamos al Padre los dos pueblos en un mismo Espíritu. Así, pues, ustedes ya no son extranjeros ni huéspedes, sino conciudadanos del pueblo de los santos; ustedes son de la casa de Dios. Ustedes son la casa cuyas bases son los apóstoles y profetas, y cuya piedra angular es Cristo Jesús. En él toda la construcción se ajusta y se alza para ser un templo santo en el Señor. En él, ustedes también están incorporados al edificio para que Dios habite en ustedes por el Espíritu" (Efesios 2, 17-22).

»Una casa, un edificio; todos juntos constituyendo el único pueblo de Dios no da espacio a divisiones.

»"Les hablo como a personas inteligentes; juzguen ustedes mismos lo que voy a decir. La copa de bendición que bendecimos, ¿no es una comunión con la sangre de Cristo? Y el pan que partimos, ¿no es una comunión con el Cuerpo de Cristo? Como uno es el pan, todos pasamos a ser un solo cuerpo, participando todos del único pan" (1Corintios 10, 15-17).

»Luego, tomando todos estos textos en conjunto, vemos que la enseñanza bíblica es que el deseo de Dios es que haya unidad de cuerpo en su Iglesia. Por lo que se entiende que, defender la idea de que todo el cristianismo es la Iglesia de Cristo, choca terriblemente contra esta verdad bíblica de unidad.

»Y si a esta verdad le añadimos otros textos, veremos cómo la doctrina bíblica de unidad va cogiendo forma. Veamos: «Tomen el ejemplo de nuestro cuerpo: es uno, aunque conste de varios miembros, pero no todos tienen la misma función. Lo mismo nosotros, con ser muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo, y dependemos unos de otros. Así, pues, sirvamos cada cual con nuestros diferentes dones. El que, por don de Dios, es profeta, hable cuanto le inspire su fe. Que el diácono cumpla su oficio; que el maestro enseñe la doctrina; el que motiva a los demás, que sea convincente» (Romanos 12, 4-8).

»Otra vez es San Pablo quien utilizando la analogía del cuerpo humano nos enseña que, no solamente el cuerpo se compone de muchos miembros, sino que cada miembro de ese único cuerpo ejercen diferentes funciones. Así el único cuerpo de Cristo, es decir, su Iglesia, a pesar de ser muchos miembros, todos juntos ejercen diferentes ministerios.

»Los siguientes textos nos darán mayor luz. Veamos: 

«Hay diferentes dones espirituales, pero el Espíritu es el mismo; hay diversos ministerios, pero el Señor es el mismo; hay diversidad de obras, pero es el mismo Dios quien obra todo en todos» (1 Corintios 12, 4-11).

»"Así, pues, Dios nos ha establecido en su Iglesia. En primer lugar, los apóstoles, en segundo lugar los profetas, en tercer lugar los maestros. Después vienen los milagros, después el don de curación, la asistencia material, la administración de la Iglesia y el don de lenguas. ¿Acaso son todos apóstoles? ¿Son todos profetas? ¿Son todos maestros? ¿Pueden todos obrar milagros, o curar a los enfermos, o hablar en lenguas, o explicar lo que se dijo en lenguas? Ustedes, sin embargo, aspiren a los 
dones más preciosos" (1Corintios 12, 28-31).

»Es interesante cómo en este texto San Pablo nos aclara y señala que hemos sido establecidos en la Iglesia de Dios, para reglón seguido indicarnos que es en ella donde debemos de ejercer nuestros diferentes dones. Esta verdad, como podemos apreciar y ver, no da margen a divisiones ni a individualismos que, como pretenden algunos, dicen no es necesario el congregarse. Pero continuemos.

»"Así, pues, Cristo es quien dio a unos el ser apóstoles, a otros, ser profetas, o aun, evangelistas, o bien pastores y maestros. Así preparó a los suyos para los trabajos del ministerio en vista a la construcción del cuerpo de Cristo. La meta es que todos juntos nos encontremos unidos en la misma fe y en el mismo conocimiento del Hijo de Dios, y con eso se logrará el Hombre Perfecto, que, en la madurez de su desarrollo, es la plenitud de Cristo. Entonces no seremos ya niños a los que mueve cualquier oleaje o cualquier viento de doctrina, y a quienes los hombres astutos pueden engañar para arrastrarlos al error. Más bien, con un amor auténtico, creceremos de todas maneras hacia aquel que es la cabeza, Cristo. Él da organización y cohesión al cuerpo entero, por medio de una red de articulaciones que son los miembros, cada uno con su actividad propia, para que el cuerpo crezca y se construya a sí mismo en el amor" (Efesios 4, 11-16).

»Los textos leídos hasta ahora, tomados como un todo, nos enseñan a las claras que es un deseo expreso de Dios que haya unidad de apostolado en su Iglesia. El simple hecho de que en la Iglesia se desarrollen diversos apostolados, pero manteniendo la unidad de cuerpo, es una evidencia clara de que la división, tal y como se dan en el protestantismo y en las iglesias ortodoxas, se oponen radicalmente al propósito de Dios. Por consiguiente, el cristianismo, tal y como está constituido actualmente, en vez de promover y propagar el Evangelio, lo que hace es entorpecer su marcha, y obscurece su luz.

--Creo que tu afirmación ha sido un tanto fuerte -advierte Luis-. Y me das la razón en mi planteamiento.

--Todavía no te me adelantes, pues hay más evidencias que pondrán la verdad de la Iglesia de Jesucristo en su justo lugar. Tu juicio se basa en la idea protestante de cómo debe ser la Iglesia, y en este sentido estarías en lo correcto. Pero mi juicio se basa en cómo, según la Biblia, es realmente la Iglesia, por eso sigamos adelante.

--Y me toca a mí juzgar -interviene Ana-. El tema está muy bueno, pero ya es hora de entrar a trabajar.

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--El siguiente texto bíblico -inicia Francisco-, para mí, es uno de los de mayor fundamento y peso para desbaratar y destruir la teoría protestante, y así reivindicar la verdad de la Iglesia de Cristo, separándola y despojándola de todo vínculo que conduzca a la división, como si ella fuera una más de entre las miles de sectas e iglesias cristianas.

--¿Acaso no lo es? -pregunta Luis-. Me confundes.

--Pues te repito y te aclaro: Ella no es una más del montón. Ella es la única y verdadera Iglesia fundada por Jesucristo a la cual se le comenzó a llamar cristiana diez años después de la resurrección de Cristo, y ya para el año 107 ó 110 existe el testimonio de que, para esta fecha, se le conocía con el nombre de Católica. Este dato, por el que ya veo las caras de desacuerdo, lo probaré más adelante, pero por ahora sigamos con las evidencias bíblicas.

»Escuchemos a San Pablo, inspirado por el Espíritu Santo, definiéndonos cómo debe ser la verdadera Iglesia de Cristo: «Uno es el Señor, una la fe, uno el bautismo. Uno es Dios, el Padre de todos, que está por encima de todos, y que actúa por todo y en todos.» (Efesios 4, 3-6).

»¿Qué es lo que nos está diciendo San Pablo? Pues, que si existe un solo Dios, un solo Señor, ha de existir una sola verdad, por consiguiente, ésta ha de manifestarse bajo una sola y única fe…

--Perdona que me meta nuevamente -interrumpe Luis-, pero creo que sólo existe la verdad relativa, esa verdad absoluta no existe.

--Entiendo que no creas en la Verdad Absoluta, pues si no crees en Dios, es común en personas que piensan como tú. Pero veamos la falacia y el engaño de esa afirmación tuya.

»Si la verdad es relativa, cualquier cosa que yo crea ser verdad, eso es cierto, correcto y verdadero, aunque lo que yo crea sea contradictorio a la realidad. Estamos ante un absurdo.

»Para que lo veamos mejor. La mesa que tenemos ante nosotros, ¿de que color es?

--Blanca -responde Ana.

--Perdóname, Ana, pero te equivocas, es negra. Y aunque me protestes y me hagas ver tus razones yo creo que esta mesa es negra.

»En este ejemplo, Ana se está dejando llevar por la realidad objetiva, puesto que estamos viendo evidentemente que es blanca, mientras que yo, al manifestar que es negra me estoy dejando llevar por lo subjetivo, por lo que yo creo es la verdad aunque ésta no esté de acuerdo con la realidad visible y palpable a nuestros sentidos. Concluimos que esta actitud mía sería un absurdo, un hacerse el ridículo. Eso es la verdad relativa, un hacer el ridículo.

»Veamos otro ejemplo más dramático y que le ha costado la vida a millones de seres humanos.

»Sabemos (y la ciencia lo ha probado y demostrado fuera de toda duda, y con todas las características que lo distingue e individualiza como ser humano) que la vida humana comienza desde la concepción; desde que el espermatozoide fecunda el ovulo y los 23 cromosomas que aporta el hombre y los 23 cromosomas que aporta la mujer suman los 46 cromosomas de un ser humano. De un hombre o mujer en potencia, pero de un ser humano.

»La discusión estriba en que si es persona o no. Para los creyentes auténticos (y enfatizo auténticos, porque hay muchos que se dicen ser creyentes, pero son más paganos y ateos que los que practican estas filosofías y modos de vida), desde el momento de la concepción humana tenemos a una persona en vía de desarrollo. Mientras que para otros grupos, la verdad es que no es persona, a lo más es un pedazo de carne que la mujer lleva en su vientre y que puede disponer de él a gusto y gana se le antoje. Por eso tenemos leyes a favor del aborto y las clínicas de aborto.

»Si antes se tenían leyes a favor de la esclavitud y segregación racial, porque la verdad relativa dictaba que eran de raza inferior, hoy tenemos leyes a favor de uno de los crímenes más horrendos de la historia de la humanidad, porque la verdad relativa dicta que no son personas, o que quizás puedan serlo, pero no hay manera de saberlo. Claro está, esto es una patraña y una espantosa mentira, y un acto de hipocresía y soberbia, puesto que el simple hecho de supuestamente no tener modo de saberlo representa una duda, y si hay duda de que sea o no persona humana, ello debería ser razón más que suficiente para impedir cualquier atentado que ponga en peligro la vida del no nacido. Si aun así, ante la duda, se continúa ejerciendo la práctica del aborto, estamos ante un asesinato legal a conciencia y, por lo tanto, del todo culpable por parte del Estado, que lo aprueba y lo promueve, y por parte de quienes lo defienden y practican.

»Si se habla de holocaustos y genocidios, este es uno, el más aberrante y despiadado de todos ellos, el asesinato legalizado de seres humanos indefensos. Todo por complacer a unas minorías que, desgraciadamente se están haciendo mayoría.

»Volviendo al tema de la fe, en el pensamiento paulino, inspirado por el Espíritu Santo, sólo puede existir un credo; una sola verdad revelada. Por lo tanto, y hablando de verdad relativa, el relativismo de la fe defendido y propagado por el protestantismo se opone y contradice la verdad divinamente revelada.

--El protestantismo no defiende la mentira, sino el auténtico Evangelio de Cristo -defiende Aníbal.

--Te aclaro y te hago recordar que cuando Martín Lutero defendió la doctrina de sólo la Escritura (doctrina que en otros debates concluimos que no se apoya en la Biblia) y con ello lo de la libre interpretación, puso los cimientos de la relatividad de la fe. Como consecuencia de ello, desde los comienzos el protestantismo se fue desgarrando y dividiendo en multitud de modos de interpretar y entender la Biblia.

»Luego, la realidad histórica y objetiva me dice que el protestantismo engendra y fomenta la división, la confusión y el caos al fomentar el relativismo de la fe. Es decir, cada quien puede interpretar la Biblia, y lo que le indique el espíritu eso es verdad.

»Ante esta realidad, ¿qué seguridad tú puedes ofrecer que la enseñanza de tu iglesia está de acuerdo con la verdad y totalidad del Evangelio? Acuérdate que las demás iglesias protestantes asegurarán lo mismo.

»Pero sigamos leyendo el pensamiento de San Pablo.

»"La meta es que todos juntos nos encontremos unidos en la misma fe y en el mismo conocimiento del Hijo de Dios, y con eso se logrará el Hombre Perfecto, que, en la madurez de su desarrollo, es la plenitud de Cristo" (Efesios 4, 13-14).

»Es aquí donde el Espíritu Santo, por boca de San Pablo, nos da la clave para identificar la verdadera y única Iglesia de Jesucristo de entre una multitud que no lo son.

»Y es que según el principio bíblico de unidad, todos los que profesamos la fe total, la fe completa, como dicen ustedes, el Evangelio completo, se encuentra en la Iglesia fundada por Jesucristo como único pueblo de Dios unido en cuerpo, apostolado y doctrina.

»Y si la meta es que todos juntos nos encontremos unidos en la misma fe y en el mismo conocimiento del Hijo de Dios, esto sólo se logra bajo la guía de una sola y única Iglesia: la que Cristo fundó.

»La conclusión a la que se puede llegar es que la misma Biblia destruye el concepto de que todo el cristianismo es la Iglesia de Cristo. Esta afirmación ya no se puede sostener y, ante estas evidencias bíblicas, sería más que absurdo continuar defendiéndola.

--Muy bien, te doy crédito en lo que has planteado -dice Samuel-, pero esa Iglesia pudiera ser cualquier iglesia. Es decir, cualquier iglesia dentro del cristianismo, tomándola individualmente cumpliría con esa definición bíblica de unidad: un solo cuerpo, un solo apostolado y una sola fe. Luego, todavía no podemos deducir e identificar directamente cuál es la Iglesia única y verdadera de Jesucristo.

--Yo creo que sí -argumenta Cristal-. Si se ha establecido, bíblicamente hablando, fuera de toda duda que la verdadera Iglesia de Cristo es la que él mismo fundó, por lo que sí puede ser hoy en día fácilmente identificada. Luego, tu argumento y postura es del todo absurda y contraria a la verdad objetiva de los hechos.

--Fíjate, Samuel, esa afirmación tuya indica que Dios no es Dios de orden y tampoco quiere que lleguemos al conocimiento de la verdad plena -añade Francisco-, pues si no podemos y hasta se hace imposible identificar cuál es la verdadera Iglesia de Jesucristo, tampoco podemos acceder a la verdad que ella predica. Y el deseo de Dios sería una utopía, una ilusión más que una realidad. Pero gracias a Dios, como bien ha señalado Cristal, podemos encontrar el modo de hallarla y llegar a ella.

»Sabemos que Cristo manda a sus apóstoles y discípulos a predicar el evangelio a toda la creación, a toda criatura (Marcos 16, 15); más específicamente a todos los pueblos, a todas las naciones (Mateo 28, 18), hasta el confín de la tierra (Hechos 1, 8). Luego, este mandato es una exigencia para la Iglesia de que debe y tiene que llegar a todo el mundo.

»Por consiguiente, esa Iglesia tiene que llegar y manifestarse en todas las naciones de la tierra. Ser sal y luz para todos los seres humanos en el mundo entero como de hecho lo está realizando la Iglesia Católica.

»Por lo tanto, si no todas, la inmensa mayoría de las iglesias separadas no cumplen con este mandato. Entonces, ¿cómo pueden ser la Iglesia de Cristo?

--Te admito ese punto -aclara Luis-, pero tengo entendido que alguna sectas o iglesias han logrado ese propósito, como por ejemplo los Testigos de Jehová que así lo están manifestando.

--Pudieran ellos y otras más haber alcanzado ese propósito, pero hay un detalle importantísimo. No solamente la Iglesia debe ser universal en el espacio, es decir, estar presente en toda la redondez de la Tierra, sino que también en el tiempo. Veamos.

--Ese veamos me temo que será para la próxima ocasión -Advierte Cristal.

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--Continuando donde nos quedamos, te diré, Luis, que en el Evangelio de Mateo, después del envío, Cristo promete lo siguiente: «Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo» (Mateo 28, 20).

»¿Qué significa el yo estar con ustedes? Pues es estar presente, hacerse presente en medio de, en este caso de los apóstoles y discípulos, es decir, que Jesucristo mantendrá su presencia con la Iglesia que sale a anunciar la Buena Nueva del Reino.

»Y ¿qué significa todos los días? Pues que esa presencia será constante y continúa, y no será interrumpida. Esta parte de la promesa nos deja entrever la imposibilidad de que Cristo abandone su Iglesia.

»¿Hasta cuándo se dará esa promesa? Infaliblemente hasta el fin del mundo.

»Por lo tanto, la promesa que Cristo da de que estará con su Iglesia todos los días hasta el fin del mundo, me indica que su verdadera y única Iglesia se ha dejado ver y sentir a lo largo de los siglos hasta el día de hoy, y lo será hasta el fin del mundo.

»Luego, si tomamos esta doctrina bíblica de la unidad de la Iglesia en cuerpo, apostolado y doctrina la cual se ha de manifestar en espacio y tiempo, y de que Cristo estará siempre con ella hasta el fin del mundo, por lo que no la abandonará jamás, ya tenemos un modo infalible de identificar a la única y verdadera Iglesia de Jesucristo. Veamos.

»Si tomamos todo el Protestantismo vemos que irremediablemente no cumple con ninguno de los requisitos bíblicos de unidad ni de presencia universal en el tiempo. Si, como dice Samuel, las tomamos individualmente, casi la totalidad de ellas no cumplen con el requisito de universalidad de espacio (pues están limitadas a una región, país o continente); ni mucho menos al tiempo (pues empezaron los otros días); o como dice Luis en el caso de los Testigos de Jehová, como también pudieran ser los mormones o los adventistas los cuales se quedan cortos en el tiempo, pues las tres sectas empiezan a existir a mediados del siglo XIX. Antes no existían. Y por más que busquen e inventen no hallarán rastros de ellas antes de sus respectivas fechas de nacimiento.

»Si tomamos las iglesias ortodoxas, auque la Iglesia Católica reconoce el origen apostólico de su clero, ese origen está enmarcado dentro de la Historia de la Iglesia Católica hasta que en 1054 se produce el cisma que separaría a la Iglesia Oriental de la Occidental. Pero al ésta irse dividiendo en iglesias regionales, también pierden su universalidad en el espacio, más la unidad de cuerpo, la cual es requisito fundamental en la única Iglesia de Cristo como pueblo de Dios.

»Ahora bien, si tomamos la Iglesia Católica Apostólica y Romana, ésta no solamente cumple con el requisito de unidad de cuerpo, apostolado y doctrina, sino también con el de universalidad en espacio (primero y antes que cualquier otra iglesia cristiana), y, sobre todo y más importante, en el tiempo, puesto que su origen es apostólico.

»A pesar de que mis compañeros aquí presente no estén muy de acuerdo con esta afirmación, ésta es la conclusión que a todas luces nos brinda la verdad bíblica e histórica.

»Lamentablemente por ser la Iglesia Católica identificada como una más de las que componen la globalidad del cristianismo por quienes están afuera, se hace difícil ver esta verdad que está bien definida y detallada en la Biblia.

--Pero esa Iglesia descrita en la Biblia y que pasó a ser la Iglesia primitiva, según los historiadores, una vez alcanza la libertad de culto que el Emperador Constantino le da, comienza en ella un proceso de decadencia moral, doctrinal y espiritual en sus lideres y en sus miembros que no abandonan del todo las practicas paganas, aunque ya desde antes se venía cuajando este problema. ¿Qué explicación o salida das a esta situación? - dice David.

--David, veo que en realidad no te estás dejando llevar por la verdad y seriedad de la Biblia. Y es gracioso, o mejor dicho, debería dar pena y hasta indignación ver como la Palabra de Dios es pisoteada y despreciada de esa manera. Y digo que suena gracioso el hecho de que los protestantes digan, prediquen y hasta acusen a la Iglesia Católica de ser la Sinagoga de Satanás, la Gran Prostituta descrita en el Apocalipsis, la promotora de los grandes males que azotan el mundo. Pero te diré que sí hay una teoría más diabólica y satánica que estas calumnias promovida, no por todos los historiadores, sino solamente por los que son protestantes, la de asegurar y dar como cosa históricamente cierta el que la Iglesia fundada y adquirida por la sangre de Cristo, constituyendo así el nuevo Pueblo de Dios, fue por fin vencida y destruida por las fuerzas del infierno. Cristo fracasó y Dios por fin fue vencido. No hay, vuelvo y repita, nada más diabólico y anti-bíblico que el apoyar y defender esta mentira.

»Luego, nuestro compañero Luis, y todos los enemigos del cristianismo, y sobre todo de la Iglesia Católica tienen razón en sus planteamientos.

»Ustedes, los protestantes, con estas teorías de demonios, engendradas por el mismo infierno, están poniendo obstáculos a la propagación de la Buena Nueva, y están impidiendo que muchos entren a la verdadera Iglesia de Jesucristo para que, descubriendo la verdad se salven.

»Ustedes se oponen y contradicen la Palabra de Dios que ha prometido que su Iglesia jamás será vencida, como leemos en Mateo 16, 18, y que estará con ella todos los días hasta el fin del mundo, para así poder justificar el origen puramente humano del protestantismo y demás sectas.

»Ustedes, con sus doctrinas de hombres (aunque debería de decir doctrinas de demonios, utilizando el mismo lenguaje que usan contra la Iglesia Católica), han sembrado la división, la confusión, el error, la mentira, el caos, la anarquía, en muchos casos la intolerancia. Y, aunque, por otro lado reconozco que han hecho obras de gran valor en beneficio de muchos, eso no justifica el que, con estos conocimientos se mantengan al margen de la verdad bíblica e histórica con relación a la Iglesia fundada por Cristo.

--Upss. Esas palabras sí que fueron duras. Y has dejado a los protestantes paralizados. Pero, Francisco, que explicación puedes dar ante los errores y horrores cometidos por la Iglesia en el pasado. ¿Cómo se puede explicar que la supuesta Iglesia inventada por Jesucristo para supuestamente llevar un mensaje de paz y amor, haya cometido tantas injusticias y crueldades?

--Pues fíjate, Luis, muy buena tu pregunta y me alegro que la traigas a colación, porque esa es una de las tantas excusas y pretextos que utilizan los protestantes para atacar y condenar a la Iglesia. Y no solamente ellos, sino también todos los enemigos de la Iglesia.

»Primeramente, en estas acusaciones contra la Iglesia hay mucha hipocresía y soberbia, puesto que mientras a la Iglesia se le condena, e incluso en casi todas las ocasiones se le exagera sus errores humanos y hasta se le inventan algunos, la humanidad pagana, atea y materialista promueve y defiende el asesinato de millones de seres humanos antes de nacer (personas que pudieron haber hecho un gran bien a la humanidad); defienden y promueven la utilización de personas, seres humanos en su estado fetal, para experimentos y otras aberraciones; mientras a miembros del clero se les condena, y con ellos injustamente a toda la Iglesia, de abusos sexuales contra niños, la sociedad moderna (pagana, atea y materialista) se dedica a la promoción, distribución y enseñanza de toda forma de pornografía la cual llega desde los adultos hasta los niños, ya sea a través de los medios de comunicación masiva (prensa, radio, televisión, cine, y ahora la internet), ya a través de los juegos interactivos como XBOX o Play-Station, o por medio de la mal llamada educación sexual en las escuelas.

--Para esa última acusación, ¿en que te basas?

--Cuando a los niños, adolescentes y jóvenes se les dice que utilicen métodos anticonceptivos y se les distribuyen los mismos, ¿cuál tú crees es el mensaje que se les está dando?

--Que lo hagan --responde Ana.

--¿Por qué tú crees que la supuesta educación sexual no ha logrado frenar los embarazos de adolescentes?

--Al contrario -añade Cristal-, las estadísticas indican que van en aumento, y con ello los abortos, o mejor dicho, los asesinatos de niños. Aborto suena muy "bonito" para calmar la conciencia de los asesinos.

--Y continuando con el tema, te añado, Luis, que mientras se le acusa a la Iglesia de ser el opio (algo así como una droga que adormece) de la sociedad, y de ideas retrógradas y de oscurantismo, etcétera, es la sociedad actual que con sus astrólogos, adivinos, lectores del tarot, piedras y objetos para la buena suerte, espiritismo, santería y toda una parafernalia de ideas promovidas y propagadas por los medios masivos de comunicación, están llevando a esta sociedad a una decadencia tal, que las civilizaciones antiguas han tenido más sabiduría que la actual. Porque a la civilización actual, sobre todo a la Occidental, se le ha predicado la verdad del Evangelio de liberación y lo han rechazado para volverse al paganismo más aberrante y humillante.

»Segundo. La Iglesia fue constituida sobre seres humanos, no ángeles, con sus virtudes, pero también con sus defectos y debilidades; luego, la Iglesia también está enriquecida de muchas virtudes, pero también lleva la carga de los defectos y debilidades humanas. Por lo que es de suponer que, esas deficiencias han de dejarse sentir. Y, por desgracia, el ser humano tiende a maximizar los errores (como una lata de galletas y un palo tocando al garete, hace más ruido y se identifica más en medio de un concierto compuesto por cientos de instrumentos).

»Tercero. La Iglesia fue inventada (aquí utilizo el término que tú usaste) por Jesucristo para ser portadora de un mensaje de salvación, la de instaurar el Reino de Dios en el mundo; luego, la Iglesia está llamada y está obligada a anunciar este mensaje a todo el mundo y acoger en su seno a cuantos a ella quieran ingresar. La Iglesia, por lo tanto, no puede cerrarle las puertas a nadie. Si en ella ingresan personas con otros intereses que no son los del evangelio, y en ella hacen escándalos y cometen abusos e injusticias, son a ellos a los que hay que juzgar y condenar, no a la Iglesia. Aunque ella tiene la responsabilidad de velar por el bien de la comunidad, lamentablemente ella no tiene el control absoluto del comportamiento humano; auque sí está llamada, y de hecho puede orientar el comportamiento humano para el bien de la sociedad. De que se la quiera escuchar, es otro cantar.

»Cuarto. Ya Cristo y el Espíritu Santo por boca de los apóstoles nos advirtieron de estos males que se iban a dar en la Iglesia. Veamos:

»"El reino de los cielos es como un hombre que sembró semilla buena en su campo. Pero, mientras la gente dormía, vino su enemigo y sembró cizaña en medio del trigo, y se fue. Cuando el tallo brotó y aparecieron las espigas, también apareció la cizaña. Fueron entonces los sirvientes y le dijeron al dueño: Señor, ¿no sembraste semilla buena en tu campo? ¿De dónde le viene la cizaña? Les contestó: Un enemigo lo ha hecho. Le dijeron los sirvientes: ¿Quieres que vallamos a arrancarla? Les contestó: No; porque, al arrancarla, van a sacar con ella el trigo. Dejen que crezcan juntos hasta la cosecha. Cuando llegue el momento, diré a los cosechadores: Arranquen primero la cizaña, y en atados échenla al fuego; luego recojan el trigo y guárdenlo en mi granero" (Mateo 13, 24-30).

»”El reino de los cielos se parece a una red echada al mar, que atrapa peces de toda especie. Cuando se llena, los pescadores la sacan a la orilla, y sentándose, reúnen los buenos en cestas y los que no valen los tiran. Así sucederá al fin del mundo: separarán a los malos de los buenos y los echarán al horno de fuego. Allí será el llanto y el crujir de dientes" (Mateo 13, 47-50).

»"En el pueblo de Israel hubo también falsos profetas, como habrá entre ustedes falsos maestros, que introducirán sectas perniciosas, y, renegando del Señor que los redimió, se acarrearán una rápida destrucción. Muchos los seguirán en su vida viciosa y por su culpa será desprestigiado el camino de la verdad. Y por amor al dinero abusarán de ustedes con discursos engañosos. Pero la condenación los espera a ellos sin remedio, ya que desde hace mucho ya están condenados" (2 Pedro 2, 1-3).

»"Hijitos, ya es la última hora; y han oído que el anticristo viene, pero ya han venido muchos anticristos; por esto comprobamos que es la última hora. Ellos salieron de nosotros, pero no eran de los nuestros; porque si hubieran sido de los nuestros, se habrían quedado con nosotros; pero salieron para que se viera que no todos son de los nuestros" (1 Jn. 2, 18-19).

»Creo que la claridad de los textos no necesitan explicación. Así, pues, Luis, el comportamiento humano no es excusa para rechazar y oponerse a la verdad. La Iglesia está llamada en la instauración del Reino a ayudar a corregir y eliminar los males del mundo, pero si el mundo no quiere y le hace la guerra al Reino de Dios, de que todos los males continúen es culpa exclusiva de los que han rechazado la verdad, no de la Iglesia.

--Luego -añade Cristal a modo de conclusión-, la verdadera y única Iglesia de Jesucristo puede ser fácilmente identificada de entre todas las demás por su unidad que está de acuerdo con la definición bíblica, más por su universalidad en espacio y tiempo. Y esta realidad bíblica e histórica se da única y exclusivamente en la Iglesia Católica Apostólica y Romana.

--Así es -confirma Francisco.



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